Como bien dice el título de este post, hoy os traigo unos rollitos de calabacín, jamón y queso que dan muy poco trabajo para lo buenos que salen.
Los rellenos pueden variar. Como podéis ver en la foto, yo he puesto 3 rollitos insertados en una brocheta y cada uno tiene un relleno diferente: uno de ellos es de jamón york y queso, otro de serrano y queso y el tercero es de solomillo de cerdo y cebolla caramelizada (me sobraron un par de trozos de la cena de ayer y se me ocurrió aprovecharlos así). Este último fué el que más nos gustó con diferencia.
Como podéis comprobar, esta receta nos viene genial para aprovechar restos que nos quedan en la nevera.
Para unos 18 rollitos (6 york/queso, 6 serrano/queso, 6 solomillo/cebolla)
Precalentar el horno a 200ºC
Cortar láminas de calabacín con ayuda de una mandolina, han de ser de unos 15-20 cm de largo. Pincelar con el aceite y pasar por pan rallado por ambas caras. Colocar sobre una bandeja de horno y hornear unos 10-15 min a 180ºC hasta que el pan rallado esté un pelín crujiente y el calabacín tierno y manejable para enrollar.
Cortar el york y el serrano por la mitad a lo largo y doblar a la medida del ancho del calabacín para que no sobresalga. El queso lo cortaremos en 3 tiras cada loncha y el solomillo en filetitos muy finos.
Colocar los rellenos cobre cada loncha de calabacín (york y queso por ejemplo) y enrollar, ensartar el palillo o brocheta y repetir con cada relleno. Colocar en bandeja de horno, espolvorear con queso rallado y hornear unos 10-15 min hasta que el queso de dentro se funda y el de fuera se dore.
1 Comment
Estas brochetas me parece que tienen que estar buenísimas , así que mañana prometo hacerlas.